Se trata de una repulsa pública a la que quizá, por primera vez, se unan todas las sensibilidades representadas en el abanico parlamentario. Y eso porque se pretende protestar por una reforma innecesaria y regresiva, de quien no tiene conciencia ni inteligencia, teniendo en cuenta que, al margen de cometer “infanticidios suicidas”, que es lo verdaderamente preocupante, divide a la sociedad española, alejada, esta vez, de colores y de etiquetas.
El “genocidio” legal que se está produciendo es causa suficiente para echarse a la calle. Madrid vivirá sin duda la jornada mas clamorosa y participativa de cuantas hayan podido convocarse, participando en ella ciudadanos que consideran que no se puede ceder un milímetro, por cuanto se trata de defender la vida del mas indefenso. En Europa, desde que se aprobó el aborto, no han visto la luz 50 millones de niños, que hoy serían 50 millones de jóvenes, recambio humano necesario en un continente que envejece prematuramente.
Ni los obispos, ni el Partido Popular, ni etiquetajes interesados promueven esta manifestación; la “movida” nace de una demanda social que dice basta ya. El despropósito nace de unas inconsecuencias gubernamentales que tienen como punto visible a una incapacitada ministra llamada Bibiana Aido. La lástima es que esa Bibiana Aido, no se haya HA IDO YA.
Armand Querol
